
Culturalmente, cuando alguien fallece decimos: «Que descanse en paz».
Sin embargo, de camino a la inevitable muerte y nuestra salida de esta dimensión ¿Hemos examinado si estamos caminando el camino de la paz?
El SEÑOR dice:
«No hay paz para los malos».
–Isaías 48:22
Enseñanza en versión breve:
1. Evitar hacer el mal, porque no tendremos paz si hacemos el mal.
2. Arrepentirnos de nuestros pecados, para que podamos tener PAZ con DIOS.
3. Orar por la paz, tanto para nosotros como para los demás.
¡VAMOS A PROFUNDIZAR!
Dios ama al ser humano, lo creó a su imagen en dos expresiones: varón y mujer. Les dio los límites saludables para conservar la vida y la libertad en una conexión directa con Él, el gran arquitecto de todo.
Y nosotros, usamos la libertad inscrita en nuestro diseño para cruzar los límites saludables. Perdemos la conexión. Sufrimos las consecuencias y llegamos hasta el fondo. Al principio estamos en negación. En ese fondo, al principio parece que estamos en una sopa de chocolate.
Si algo o alguien advierte lo malo y nos dice la verdad: «Eso no es chocolate ¡Es lodo!» Le acusamos de fariseo o hasta del tan nombrado «discurso de odio.»
Una vez en ese fondo, usualmente lleno de lodos de confusión, dolor, destrucción y presos: Dios en su gracia y misericordia se hace visible en oportuno rescate.[SALMO 40:2]
Quien sea sensible y vuelva en sí, clama a Dios. Reconocerá la voz divina y se levantará de su miseria. Recuperará la vida, la libertad y la PAZ. Al recuperar lo que había perdido, aprende a caminar de regreso a dónde todo comenzó: El corazón de Dios, dónde único se camina en PAZ.
Cuando nos damos la oportunidad de leer las escrituras desde Génesis hasta Apocalipsis vemos el mismo patrón en el que nos vemos retratados a nosotros mismos.
El ciclo de la persona humana, de los pueblos y de la gente aún dentro del pueblo de Dios, parece repetirse:
Se olvidan de Dios, caen, sufren, claman, regresan a Dios, Dios interviene como Padre amoroso, se levantan, les va mejor pues la OBEDIENCIA siempre trae buenos frutos de PAZ…se olvidan de Dios, caen, sufren, claman… Y más adelante… ¡se repite la historia!
JESUCRISTO ES EL OPORTUNO RESCATE
Cristo es la única garantía para recuperarnos y evitar la insistencia del perrito que da vueltas persiguiendo a su propia cola o del que vuelve a su propio vómito [Proverbios 26:11].
DEJAR LOS MALOS CAMINOS
Aprender a caminar sobre el camino de PAZ, en un mundo que nos provocará confundir los caminos, requiere un corazón apacible y no orgulloso en nuestra propia opinión.
Lo bueno y lo malo, la vida y la muerte están claros en la Santa Palabra. No permitamos que engañadores nos seduzcan con interpretaciones de hombre para acomodarnos más a la falsa paz con el mundo que con la verdadera PAZ EN DIOS.
C. Z. Maldonado
De nada nos vale orar y humillarnos (pública o privadamente) si no nos salimos de los malos caminos a tiempo.[Isaías 48:1]
APRENDER A CAMINAR EN LA PAZ REQUIERE DEJAR OTROS CAMINOS
«…si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y SE APARTA DE SUS MALOS CAMINOS, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.» [2 Crónicas 7:14]
Por eso, bien le dijo Dios a su pueblo en una de sus caídas:
«No hay paz para los malos».
–Isaías 48:22
El SEÑOR, tu Salvador, el Santo Dios de Israel, dice esto:
«Yo soy el SEÑOR tu Dios, quien te enseña el bien y te lleva por el camino que debes andar.»
–Isaías 48:17
El consejo es alejarnos del mal y hacer lo bueno, procurando vivir siempre en PAZ. [SALMO 34:14]
Aprendamos a caminar en ese camino. Sólo un alma aferrada a Cristo, su amor y su verdad, puede caminar en PAZ. Él es ese camino [Juan 14:6].
¡TEN PAZ!