Llorar, también es un regalo. Uno se siente que se ha limpiado de adentro hacia afuera. Llorar es una bendición física, emocional y espiritual.
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Mi Refugio Favorito
Cuando aprendemos a escoger la parte que no nos será quitada, aprendemos a usar las emociones como Dios las diseñó.
Inversiones
Una vida profunda requiere que no escatimemos en el tiempo que sea necesario en nuestra búsqueda de la verdad.