
¡Me encanta el libro de los Salmos! Porque fueron escritos por gente con situaciones tan parecidas a las nuestras. Aun cuando hay miles de años de distancia entre ellos y nosotros, el corazón humano sigue teniendo las mismas necesidades y el corazón de Dios sigue siendo el mismo: ¡El todo lo sabe y nos ama como nadie jamás podrá!
Los salmos con una colección de pasión y sentimiento, pero con el equilibrio o balance perfecto del conocimiento que sólo Dios sabe darnos. Cuando leo muchos de los salmos, puedo apreciar que a pesar de todas las batallas, luchas, pruebas, enfermedad, peligros de muerte, pérdidas o la crisis que fuera, siempre Dios llegaba al corazón del salmista con el rescate para su alma.
Los salmos, aunque están preñados de emociones, giran alrededor de un sólo elemento: Dios es el Gran Rey. A través de los salmistas, vemos que todo lo llevaban al filtro del Creador para poder lograr el entendimiento correcto sobre: cómo es la vida, cómo son las cosas de la tierra, cómo son las cosas en el Reino de Dios, dónde colocar la confianza, la esperanza, el servicio, lo que está bien, lo que está mal y qué o quién es merecedor de nuestra atención. Sobre todo, que la adoración a Dios es como una medicina y el mejor alimento.
El corazón de Dios y lo que El desea para nosotros se refleja en los salmos. En los salmos vemos como el futuro del ser humano y el futuro en Dios se funden en uno sólo: ¡En la victoria! …A pesar de nuestras lágrimas. ¡En la fortaleza! …A pesar de nuestra debilidad. ¡Dios no está ciego, ni sordo!
Para mí, los salmos son más que una colección de cantos poéticos o una sobredosis emocional.
Son una herramienta que me ayuda a equilibrar mis emociones y a tranquilizar mi espíritu.
Los salmos me enseñan que el equilibrio sí es posible.
C. z. maldonado
Puedo identificarme con los salmistas, una gente que como yo, a veces estaba arriba y otras veces abajo. Pero, me enseñan que el estar SIEMPRE conectados a su Creador logran el éxito no como el mundo lo quiere vender, sino el éxito a la manera de Dios. ¡Esa es la perspectiva!
Los salmistas PROFUNDIZABAN en sus propias ideas y pensamientos, sometiéndolos a la verdad que sale desde el corazón de Dios. Y por esa humildad, Dios les premiaba revelándoles la dosis de un poder necesario para aprender a vivir abundantemente independientemente de sus circunstancias.
Algunos salmos eran escritos para cantarlos a solas, otros para cantarlos en grupo en los templos y otros para cantarlos en la marcha de los soldados a la guerra para que tuvieran fuerza y valor. ¿No estamos en esas mismas situaciones hoy?
Pero Dios cumple sus propios planes,
y realiza sus propósitos. ¡Dios mío, tú bendices al pueblo que te reconoce como Dios!¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño!
Salmos 33:11-12 Traducción Lenguaje Actual
Los salmos son para gente imperfecta como tú y yo. Toda la Biblia lo es, sin embargo, más de la mitad de los salmos son adjudicados al rey David. Este rey que tanto me fascina, porque se equivocaba muchas veces, en otras pecó de manera bastante fuerte, también enfermó y envejeció. Pero, una cosa tenía David: Su corazón le pertenecía a Dios y a nadie más. Eso lo ayudaba a encarrilarse y a ver el futuro y la eternidad que le aguarda al ser humano que a Dios se entrega.
Aquí te incluyo una muy diminuta colección de salmos que me ayudan. Te invito a que tú hagas tu propia colección escudriñando este fascinante libro.
- Salmo 1:1 «Dios bendice a quienes no siguen malos consejos ni andan en malas compañías ni se juntan con los que se burlan de Dios.»
- Salmo 23:6 «Estoy completamente seguro de que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo viva, y de que para siempre viviré donde tú vives.»
- Salmo 27:3 «Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma.»
- Salmo 33:11-12 «Pero Dios cumple sus propios planes,
- y realiza sus propósitos. ¡Dios mío, tú bendices al pueblo que te reconoce como Dios! ¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño!»
- Salmo 34:18 «Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza.»
Mi amigo, te aconsejo
que pongas en manos de Dios
todo lo que te preocupa;
¡él te dará su apoyo!
¡Dios nunca deja fracasar
a los que lo obedecen!
¡Por eso siempre confío en él!
salmo 55:23