
Es una mañana de esas en que nos levantamos tarde. La habitación está aún cerrada y algo oscura. En la prisa por salir, ni siquiera abrimos las ventanas o encendemos la luz. Tomamos a toda prisa unas piezas de ropa y aun más rápido nos vestimos para luego salir corriendo a velocidad.
Llegamos a nuestro destino y algunos nos miran extraño. Hasta que una persona con mucha delicadeza nos dice al oído — «tienes el suéter al revés.»
Entonces, ¿Qué hacemos? ¿Corremos al baño para arreglarnos el suéter? o nos quedamos todo el día con el suéter al revés.
La fe viva actúa y se mueve. La fe muerta se queda sentada.
C. Z. Maldonado
¿Sabes que hay dos tipos de fe? Hay una fe viva y una fe muerta. De esto se habla en la carta de Santiago, quien era medio hermano de Jesús en el plano humano. De hecho, la Biblia nos refleja que en la propia familia de Jesús dudaban de él y no comprendían las enseñanzas, misión y obras de su hermano. Había desconocimiento, desconfianza y preocupación en ellos.
Pero Santiago, despertó a la verdad y le fueron reveladas tremendas enseñanzas con principios poderosos hacia una fe viva y a una vida con verdadera libertad.
«Pero no es suficiente con sólo oír el mensaje de Dios. Hay que obedecerlo.
Si sólo lo oyen, sin hacer lo que dice, se están engañando a sí mismos.
El que oye el mensaje de Dios sin obedecer lo que dice es como el que se mira en un espejo. Se mira en el espejo, se va y pronto olvida lo mal que se veía.
Por el contrario, el que se fija bien en la ley perfecta, la que libera a la gente, y la pone en práctica en lugar de ser un oyente olvidadizo,
será afortunado en lo que hace.»
Santiago 1:22-25 Palabra de Dios para Todos
Mucho ojo… Lo que hagamos, aun sean buenas, grandes o tan magníficas obras que inclusive hagan un enorme bien a la humanidad, no necesariamente conllevan una fe viva que nos gane la salvación solamente por lo que hacemos. La salvación es por gracia y es un regalo.
Lo que hacemos debería ser como resultado del fruto por vivir abrazados de Dios. Quien vive abrazado de Dios y a El dedica todo lo que hace, ése tiene una fe viva.
Nuestra actitud y comportamiento ha de reflejar por sí mismo cuan viva es nuestra fe. En esa fe viva, también somos lo suficientemente humildes para aceptar que hay cosas en nuestra vida que andan al revés de lo que el corazón de Dios desea. Entonces, Dios se encarga de enviarnos mensaje con voz sublime de que el suéter de nuestra actitud, acción u omisión está al revés. ¿Le escuchamos?
Nuestro nivel de humildad ante Dios es una de esas llaves que nos abre hacia una vida verdadera, libre, abundante y profunda.
El camino a la transformación requiere que seamos humildes y abiertos a la verdad hermosa, limpia, no manipulada, poderosa y sublime que nuestro creador nos susurra constantemente a nuestro oído — «tienes el suéter al revés».
“No tengas miedo. Yo te he liberado; te he llamado por tu nombre y tú me perteneces. Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás porque yo soy tu Dios y te pondré a salvo." ISAIAS 43:1-4 Traducción en lenguaje actual
En conclusión, ¿Qué justifica que andemos con el suéter de nuestro corazón puesto al revés? ¡Anda, arréglate!
Nota: Para aprovechar al máximo esta reflexión, puedes oprimir con el cursor encima de las palabras o frases destacadas. Así podrás profundizar e ir al enlace electrónico con las referencias bíblicas.